Jacqueline Hurtado de Barrera
Una de las
razones por las cuales algunos investigadores no logran culminar su trabajo de
investigación es porque no crean una disciplina de trabajo. Comúnmente se
piensa que los investigadores son personas que no tienen otras ocupaciones más
que investigar, y por eso algunas personas esperan hasta terminar su programa
de formación para comenzar la investigación. Pero eso no funciona de esa
manera.
Lo cierto es
que los investigadores son personas con ocupaciones, familia, trabajo, y con
los mismos problemas que tienen todos los demás.
Esperar que
haya un tiempo ideal para investigar es utópico. Por eso para involucrarse en
un proceso de investigación es necesario crear una disciplina de trabajo, un
tiempo específico para investigar qué forme parte de la rutina como el resto de
las actividades personales y laborales. Si esto no se logra, la persona estará
soltando y retomando cada etapa de la investigación de forma intermitente y no podrá
culminarla, porque cada vez que se deja de investigar es más difícil volver a
retomar el trabajo.
¿Cómo crear
la rutina de trabajo para investigar? A través de la práctica repetitiva y
habitual, hasta que sea parte natural del quehacer cotidiano: Algunas sugerencias
para lograr esto son las siguientes:
- Primero, identifica una hora en la cual sueles ser muy productivo. Para algunas personas son las mañanas para otras son las noches. Debes identificar el momento ideal para ti.
- Segundo, acomoda tu horario para dejar por lo menos una hora diaria para tu investigación, en el horario que hayas identificado como productivo Esta es la parte más difícil porque todas las demás ocupaciones parecerán más importantes y urgentes, y siempre encontrarás una excusa para hacer otras cosas a la hora de investigar.
- Tercero, redistribuye los horarios de ciertas actividades, para dejar libre la hora de investigar.
- Cuarto, delega algunas actividades que acostumbras realizar. Para esto último el apoyo de la familia o de las personas que conviven contigo es fundamental.
Estas son
acciones conscientes e intencionales. Si no se realizan, el tiempo para
investigar no aparece solo. También es importante reorganizar las
prioridades. Las personas tienen ciertas prioridades en ciertos momentos, pero
la investigación debe ser prioridad en las horas que se le han asignado. De lo
contrario se convertirá en una urgencia cuando el tiempo de entrega esté cerca,
por lo cual generará estrés y traumatismos en la rutina del resto de las
actividades.
Una vez que
la rutina para investigar se instaura, todo se facilita y las actividades
fluyen de forma natural. De esta manera, desarrollar la investigación será una
tarea agradable y motivante.
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