Jacqueline Hurtado de Barrera
Durante muchos años
se ha considerado que el llamado método científico es la única y exclusiva
forma de hacer ciencia. Particularmente, en los entornos académicos uno de los
requisitos para considerar que una investigación es científicamente válida es
el uso de este método. Sin embargo, si se hace una revisión exhaustiva de las
investigaciones y los inventos que han tenido lugar a lo largo de la historia
se verá que muchos de ellos no hubieran podido existir si sus investigadores
hubiesen tenido que aplicar el llamado método científico.
En primer lugar hay
que señalar que este método corresponde a un modelo epistémico llamado
positivismo, y su nombre original es método
hipotético deductivo. Es importante recordar que no es el único método para
investigar, y que llamarlo método científico implica descalificar a los métodos
de otros modelos epistémicos, como si no fuesen científicos. Existen modelos
epistémicos como el estructuralismo, el pragmatismo, la fenomenología, entre
otros, que también han diseñado sus propios métodos para investigar. Un ejemplo
de esto es el método del estructuralismo, denominado análisis estructural. Otro
ejemplo es el método del pragmatismo que se conoce como Investigación acción.
En segundo lugar, el
método hipotético deductivo sólo permite hacer un tipo de investigación. Para
el positivismo la investigación tiene como objetivo principal la verificación
de hipótesis, por lo tanto, se centra específicamente en la investigación
confirmatoria, y cualquier otro tipo de investigación no puede alcanzarse con
el uso del método hipotético deductivo.
Autores como Kerlinger,
por ejemplo, coinciden en que las etapas del método hipotético deductivo son
las siguientes: planteamiento del problema, formulación de la hipótesis, y
desarrollo del experimento para verificar la hipótesis.
La investigación del genoma humano no hubiera existido sise hubiera planteado únicamentedesde el punto de vista del método hipotético deductivo. |
Muchos de los
conocimientos con los que contamos hoy en día fueron producto de
investigaciones descriptivas, por ejemplo, la descripción de las órbitas de los
astros y la caracterización de las especies que viven en el planeta. Otros
tipos de investigación que quedarían excluidos del método hipotético deductivo
por el hecho de no involucrar relaciones causa efecto, son las investigaciones
analíticas, que se aplican con mucha frecuencia en filosofía, literatura, comunicación
social, entre otros, y la investigación comparativa, que ha dado lugar a las
ciencias comparadas, como la educación comparada y la psicología diferencial.
La segunda etapa del
método hipotético deductivo consiste en formular
una hipótesis. En el sentido más ortodoxo, los positivistas consideran que
una hipótesis es una afirmación que plantea una posible relación causa-efecto,
y también debe ser verificable a través de la experiencia. La hipótesis
constituye una respuesta tentativa al problema. Pero la pregunta que podría
hacerse un investigador es ¿cómo es posible tener una respuesta tentativa a un
problema antes de que este haya sido investigado? En consecuencia, ¿cómo
entonces se puede obtener una hipótesis?
El método hipotético
deductivo debe su nombre, precisamente, a que la hipótesis se obtiene a través
de un proceso deductivo que se deriva de una teoría previamente elaborada. La
hipótesis asume una determinada causa que explica un cierto efecto, y ese
supuesto se deriva de una teoría preexistente, por eso el esquema inicial de
presentación de una investigación dentro del positivismo involucra desarrollar
un capitulo donde se plantea el problema, inmediatamente un segundo capítulo que
contiene un marco teórico con las teorías existentes, y un tercer capítulo de
carácter metodológico donde estaba contenida la hipótesis.
Si la hipótesis se
deriva de una teoría que ya existe, ¿cómo se creó o de dónde surgió esa teoría?
Esa teoría no pudo haber sido desarrollada a través del llamado método
científico, porque este requiere que la teoría ya exista. La forma como está
diseñado el método requiere que ya exista una teoría y no permite crear teorías
nuevas. Pero, si se asume que el método hipotético deductivo es el único método
científico entonces las teorías de las cuales se derivan todas las hipótesis no
podrían considerarse “científicas”. Todo esto lleva a concluir que el método
hipotético deductivo es útil para verificar las teorías que ya existen, pero
que no permite construir nuevas teorías.
El tercer paso del
llamado método científico es la
verificación de la hipótesis a través de la experimentación, aunque más
recientemente se han aceptado otras formas de verificación que no involucran el
experimento, a través de los llamados diseños expostfacto. Al concluir con la
verificación se concreta la investigación confirmatoria que es el único tipo de
investigación que admite este método. Con esto también quedarían excluidas del
ámbito de la ciencia investigaciones que aunque plantean relación causa efecto
no son confirmatorias. Por ejemplo, la investigación explicativa, que se encarga
de generar las teorías, la predictiva, que se ocupa de anticipar los escenarios
futuros (como los estudios acerca del calentamiento global), la proyectiva que
se encarga de inventos, innovación y tecnología (como los diseños de robótica y
el desarrollo de software), la investigación interactiva, dentro de la cual se
ubica la investigación acción, y la investigación evaluativa, que se ocupa de
la evaluación de propuestas y programas.
Particularmente en el
caso de la investigación explicativa las limitaciones que ha impuesto el uso
del llamado método científico han coartado la posibilidad de generación de
teorías en los contextos educativos. La exigencia que, desde un primer momento,
se le hace a muchos estudiantes tanto de pregrado como de postgrado, de
utilizar el método hipotético deductivo y de limitarse a las teorías ya
existentes, ha disminuido la capacidad de teorización, particularmente en los
países latinoamericanos.
La posibilidad de
hacer una investigación explicativa es real, lo único que se requiere es
conocer los procesos involucrados en ese tipo de investigación; no se necesita
ser un genio, un ser especial o un extraterrestre para generar una teoría
propia acerca de algún evento. Piaget generó una teoría sólo al observar a sus
tres hijos. Freud generó una teoría sólo entrevistando pacientes con traumas
producto de la guerra.
¿Cómo es posible que
en la sociedad del siglo XXI, una sociedad al borde de la singularidad, se le
diga a los jóvenes que no pueden pensar
con autonomía, expresar sus propias ideas y –mucho menos- crear teorías? No se
puede enseñar a hacer ciencia si no se tiene fe en que se puede crear
conocimiento nuevo. No se puede motivar a los estudiantes a que sean creativos
si se les obliga permanentemente a repetir y se les penaliza por pensar. Es
necesario comenzar por cambiar la visión reduccionista de la ciencia para dar
lugar a una visión integradora.
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