Durante mucho tiempo se pensó que una
condición indispensable en cualquier investigación era la formulación de
hipótesis, sin embargo, existen varios tipos de investigación para los cuales
no es necesario formularlas.
El concepto
En primer lugar es importante revisar
el concepto de hipótesis. Para ello es recomendable revisar autores clásicos. Según
Kerlinger (1981) la hipótesis es una expresión conjetural de la relación que
existe entre dos o más variables, que además debe ser verificable a través de
la experiencia. Para Selltiz y otros (1965), una hipótesis de relación causal
afirma que una determinada condición u ocurrencia de una variable X es uno de
los factores que determina otra condición u ocurrencia de una variable Y.
McGuigan (1990) define la hipótesis como una solución tentativa al problema de
investigación, que se formula como una proposición susceptible de ser sometida
a prueba, y que expresa una posible relación entre una y otra variable.
La palabra
hipótesis, está conformada etimológicamente por las expresiones hypó,
del griego, que indica subordinación y significa situar bajo algo, lo que apoya
algo, y thesis, también del griego,
que significa proposición. Alude a una proposición subordinada. E este caso la
hipótesis está subordinada a la teoría de la cual fue derivada.
La historia
La formulación de hipótesis en investigación ha
estado asociada al desarrollo histórico de la metodología. Es importante
recordar que los primeros desarrollos metodológicos se hicieron dentro del
Positivismo, y es allí donde se fortaleció el concepto de hipótesis. Para los
positivistas la investigación tiene como objetivo verificar las hipótesis que
se derivan de alguna teoría, y su método (que ellos bautizaron como
"método científico", con lo cual cualquier otro método ya no era
científico), requería como uno de sus pasos la verificación de hipótesis.
Para los positivistas toda pregunta de
investigación debía implicar una relación causa efecto, y por lo tanto las
hipótesis en su definición estricta, y como respuesta tentativa al a pregunta, también implicaban causa
efecto. Por otra parte, los positivistas no hablaban de tipos de investigación,
porque para ellos sólo la investigación confirmatoria era válida y “científica”
(nosotros la llamamos confirmatoria ahora, pero para ellos era
simplemente investigación). Por ejemplo, para los positivistas una descripción
no era investigación, sino un procedimiento para obtener los datos de las
variables que se iban a relacionar en la hipótesis. Ellos, en lugar de tipos de
investigación, hablaban de diseños (experimental, cuasiexperimental, expostfacto...
y todos estos diseños corresponden a la confirmatoria).
Los cambios y las resistencias
Ahora bien, como el modelo positivista predominó
muchos años en el contexto de la investigación, quedó profundamente grabada la
idea de que una investigación necesariamente tiene que tener una hipótesis,
porque si no, no alcanza la categoría de "científica". Por esa razón,
a medida que se fueron reconociendo y conceptualizando otros tipos de
investigación además de la confirmatoria (exploratoria, descriptiva, analítica,
comparativa, explicativa, predictiva, proyectiva, interactiva y evaluativa),
los investigadores se vieron forzados a "encajar" a toda costa la
hipótesis para justificar el carácter científico de la investigación, incluso
en aquellos casos en los cuales la hipótesis no tenía cabida.
Por ejemplo, en los primeros tipos de
investigación (exploratoria, descriptiva, analítica y comparativa) no se
formulan hipótesis porque allí no se trabaja con relaciones de causa y
efecto, y ya se vio en las definiciones antes mencionadas que, en su concepción
original, las hipótesis implican relaciones de causa efecto, por lo tanto sólo
se pueden formular en las investigaciones donde están implicadas este tipo de
relaciones. En la investigación exploratoria el investigador todavía no tiene
un evento identificado, en la descriptiva sólo tiene interés por saber cómo se
manifiesta una determinada característica o condición, o un conjunto de
características. En la analítica su interés es ver si su evento de estudio se
corresponde con un criterio de análisis para generar una interpretación (esa
correspondencia no es una relación causal, sino una concordancia). Por último,
en la comparativa su objetivo es detectar semejanzas y diferencias entre dos
contextos o dos poblaciones con respecto a uno o más eventos.
Sin embargo, algunos autores hablan de
"hipótesis descriptivas" con una sola variable, lo cual no se
corresponde con la definición original de hipótesis, porque cuando se hace una
investigación descriptiva no se están buscando causas, sino identificando
características de las unidades de estudio. Por ejemplo, en una investigación
donde se intenta describir rendimiento académico en un contexto de estudio, una
supuesta hipótesis descriptiva sería decir que "el rendimiento de los
estudiantes es bajo". Esta afirmación no sólo no cumple con los
requerimientos de una hipótesis, sino que tampoco aporta algo al proceso
metodológico y, por el contrario contribuye a sesgar la investigación.
Cuando un investigador se formula una pregunta
descriptiva es porque no se conocen las características del evento en ese
contexto y bajo esas condiciones particulares, entonces ¿qué sentido tiene afirmar anticipadamente lo que se podría
encontrar, cuando ni siquiera se sospecha? En cambio, cuando se plantean
hipótesis en una investigación confirmatoria es porque ya existen teorías
previas que sustentan esas hipótesis. En una confirmatoria la hipótesis hace
explícita una posible relación, lo cual orienta acerca de las variables a
controlar y acerca del diseño de investigación. El
caso es que para las investigaciones que no trabajan relaciones causa efecto,
de entrada no tiene cabida la formulación de hipótesis.
Cuando sí y cuando no
Hay otros tipos de investigación en los cuales,
aunque se incorporan relaciones de causa efecto, tampoco se requiere la
formulación de hipótesis. En la investigación explicativa (que le sigue a la
comparativa), sí aparece la relación causa efecto, pero no se parte de una hipótesis porque las causas no se conocen, más bien
se van a buscar, así que podría decirse que la explicativa concluye con la
teoría de la cual se pueden derivar hipótesis que luego se verifican en la
confirmatoria.
En la investigación predictiva y en la proyectiva,
también se trabajan relaciones de causalidad, por tanto hay hipótesis de fondo
(explicaciones donde se vinculan causalmente los eventos), pero no es necesario
formularlas explícitamente porque no se van a verificar. El objetivo de la
predictiva es anticipar el futuro asumiendo unas ciertas condiciones y un
determinado proceso evolutivo de los factores causales. En la proyectiva el
investigador desea formular una propuesta o un diseño para cambiar algo o
resolver cierta situación, de manera tal que la relación causal se expresa como
la configuración relacional entre la propuesta, los procesos causales y el
evento a modificar que sustenta su formulación.
En el caso de la investigación interactiva las
hipótesis sustentan la posible efectividad de la acción que se va a realizar,
pero tampoco se formulan porque esa efectividad se estudia en la investigación
evaluativa, cuando la aplicación de la propuesta ha concluido. Por las razones antes vistas, las
hipótesis se formulan explícitamente sólo en la investigación confirmatoria y
en la evaluativa. En la confirmatoria porque el
objetivo de este tipo de investigación es
precisamente verificar hipótesis (la relación entre las variables). En la evaluativa
porque su objetivo es evaluar si la acción que se realizó originó el cambio
esperado, y esto involucra una hipótesis que plantea que el evento en el cual
se basa el programa o la propuesta es capaz de originar cambios en el evento estudiado.
Con respecto a lo que algunos autores llaman
investigación correlacional, es importante aclarar que ese no es un tipo de
investigación. La correlación es una técnica estadística de análisis de datos
que puede ser utilizada en varios tipos de investigación. En la explicativa, en
la predictiva, en la confirmatoria, entre otras, se puede utilizar la
correlación como técnica de análisis. Por lo tanto la verificación de
hipótesis no siempre amerita una correlación (se puede hacer el análisis con
otras técnicas estadísticas según el nivel de medición de los eventos de
estudio), y así mismo, la correlación se usa también en casos en los cuales no
hay hipótesis porque no se estudian relaciones de causa efecto, como por
ejemplo en las descriptivas donde se trabaja con clasificación automática o
clúster para hacer tipologías o caracterización de grupos.
En algunos contextos también se alude a las
hipótesis como supuestos o ideas que pueden ser defendidas o argumentadas de
forma lógica, con lo cual se justifica que puedan formularse durante una
descripción o una comparación, sin embargo, en lo que respecta a argumentar o
defender un supuesto, puede decirse que no todo supuesto es una hipótesis, pues
tendría que cumplir las condiciones antes expuestas. Es cierto que es posible argumentar
un supuesto, por ejemplo en una investigación analítica, cuando se supone que
algunos contenidos se corresponden con alguna ideología, o con ciertas
interpretaciones, pero ese supuesto no es en sentido estricto una hipótesis
porque no implica relaciones de causalidad o relaciones explicativas.
Ahora bien, si se hace referencia
a una idea a defender como sinónimo de hipótesis, es importante aclarar que no
es lo mismo una idea a defender que una hipótesis a verificar. Una idea se
puede defender mediante una argumentación lógica, pero en ese caso no se
estaría haciendo uso de la investigación sino del razonamiento como vía para
generar conocimiento. En síntesis, las hipótesis se
formulan en investigaciones donde se trabajan relaciones causa efecto que se
van a verificar, específicamente en la confirmatoria y en la evaluativa.
Referencias
- Hurtado de Barrera, J. (2012) El proyecto de investigación. Una comprensión holística. Caracas, Venezuela: Sypal- Quirón.
- Hurtado de Barrera, J. (2012) Cómo formular objetivos en investigación. Una comprensión holística. Caracas, Venezuela: Sypal- Quirón.
- Mc Guigan, F. (1998). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México: Editorial Trillas.
- Selltiz, C; Jahoda, M.; Deutsch, M. y Cook, S.W. (1965) Métodos de investigación en las relaciones sociales. Madrid: Ediciones Rialph.
- Kerlinger, F. (1981). Investigación del comportamiento. Técnicas y metodología. México: Nueva Editorial Interamericana.
Muy bueno, gracias. ¿Quien es el autor del artículo?
ResponderEliminarExquisita información. Gracias por compartir.
ResponderEliminar